La libertad comienza con la visualización de datos

- 13 julio, 2023
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El mercado mundial de la HMI, interfaz hombre-máquina, se valoró en tres mil millones de euros en 2020 y se espera que alcance un valor de más de siete mil millones de euros para 2026. Se espera que sus brinden una serie de ventajas añadidas a una instalación en referencia a la seguridad, operaciones y producción. Se espera que la HMI reduzca los costes de operación al sustituir los botones pulsadores, las luces indicadoras y los selectores tradicionales y reduzca el requisito de paneles y mejorar más el monitoreo de las máquinas.

La importancia de las interfaces de usuario se ha vuelto cada vez más clara en los últimos años. Muchas corporaciones industriales han llegado a la conclusión de centrarse más en la calidad de las interfaces de usuario de sus productos. Se espera que los niveles más altos de funcionalidad, así como pantallas multitáctiles y pantallas de alta calidad, impulsen el crecimiento del mercado.

Los HMI, en combinación con los PLC, son el pilar de la línea de producción en diversas industrias, mejorando enormemente las operaciones y permitiendo el control de supervisión y la adquisición de datos en todo el sistema, por lo que los cambios de parámetros son posibles según la elección del operador. Por ejemplo, a la hora de tratar el metal, el HMI puede controlar el método y la velocidad a la que se corta y dobla un metal.

Por otro lado, hay que destacar la importancia del IoT. Según el Banco Mundial, la cantidad de dispositivos conectados a IoT se espera que llegue a más de 51 mil para 2023 por lo que la necesidad de que las HMI se vuelvan más sofisticadas es cada vez mayor. Además, el auge de la Industria 4.0 y la Internet industrial de las cosas (IIoT) ha hecho que esto sea más accesible, aumentando su accesibilidad y facilidad de uso.

La HMI avanzada y su apoyo incondicional a los trabajadores, es una realidad. Si desde hace mucho la monitorización y el control de la información de planta se ha realizado mediante operadores que trabajan con PC fijos, instalados dentro de salas de control ofreciendo una funcionalidad limitada, ahora la realidad es muy distinta. Los empleados tienen una mayor movilidad de alto rendimiento, portátiles y móviles, haciendo que los trabajadores tengan el poder, evitando que estén sujetos a la sala de control y permitiendo que gestionen las operaciones y solucionen los problemas en campo o en planta. Bien es cierto que algunas aplicaciones necesiten contar con un HMI fijo pero un gran número de ellas pueden ya son móviles. Por ejemplo, si el operador requiere asistencia en mantenimiento, puede ponerse en contacto con otros operarios a través del HMI móvil y colaborar entre todos para solucionar el problema.

Y un complemento que debemos destacar es la Realidad Aumentada que está redefiniendo la interfaz hombre-máquina. La tecnología AR se introduce para realzar el entorno físico del usuario con contenido generado por ordenador. Al integrar la RA (realidad aumentada) es posible agregar información en tiempo real al entorno, lo que resulta extremadamente útil para evaluar las circunstancias actuales a fin de mejorar la toma de decisiones. Esta información audiovisual complementaria se proporciona mediante dispositivos electrónicos o informáticos.

La AR es adecuada tanto para las industrias de fabricación como las de procesos, y permite realizar las acciones necesarias en las diferentes etapas, mejorando la eficiencia de la producción, reduciendo los errores y minimizando el tiempo de inactividad de producción o de mantenimiento. Además, permite informar en el momento a los operadores de cualquier problema o necesidad que pueda surgir en la planta. Porque recibir información relevante en tiempo real y realizar operaciones y configuraciones guiadas paso a paso directamente in situ, es el pilar fundamental.

El dispositivo AR se conecta al PC con Wifi, que administra el sistema de supervisión, al que están conectados los dispositivos de campo. Por lo general, los dispositivos vienen en forma de kit, que incluye gafas o cascos equipados con pantallas, cámaras y equipos de audio. En la pantalla del dispositivo se pueden mostrar información dinámica en tiempo real relevante para la tarea a realizar además de consultar datos de procesos, estado de los sistemas, alertas, acciones requeridas según el trabajo a realizar y otro tipo de información útil. Y según las alertas, los operadores pueden activar los comandos necesarios, como arranque, parada, modificaciones e instrucciones basadas en alertas.

Gracias al avance la tecnología, los sistemas AR tienden a ser soluciones complementarias, nunca van a reemplazar las estaciones de trabajo de los procesos de trabajo tradicionales, pero es cierto que la opción “manos libres” ofrece mucha más flexibilidad y velocidad durante las fases operativas de lo que es posible obtener con los sistemas estándar. Los sistemas AR y de realidad mixta simplifican las actividades operativas, proporcionando una solución que se integra perfectamente con las tecnologías de supervisión.