Los finales de línea son los nuevos comienzos en los procesos logísticos. Y es que es aquí donde se producen los temidos cuellos de botella. Y aunque todo el proceso es importante, necesitando de automatización (y de inteligencia artificial) para mantener un ritmo adecuado de trabajo.
Aplicar herramientas flexibles, robotizadas y autónomas, con una mínima intervención de mano de obra, en actividades de empaquetado, clasificación y distribución o revisión y control de calidad entre otras, nos ayudará a evitar en temido “final”.
Optimizar los procesos que consisten en la preparación de los productos una vez que el producto esté finalizado con robos, por ejemplo, podría ser una buena solución y siendo estos, unos grandes aliados por la eficiencia y la velocidad a la hora de operar sin casi cometer errores.
Dicho esto, podemos hacernos una idea de cómo funcionan los finales de línea y qué problemas nos pueden causar. También hemos visto que el automatizado reduce costes, cargas laborales y mejoran la productividad.
Automatizamos, ¿qué no debemos olvidar?
El proceso productivo hay que analizarlo para poder entender y analizarlo, es saber qué se fabrica y porqué de esa manera. Es decir, ser conscientes de qué fabricamos para asumir que no todas las soluciones, por mucho que nos enamoren y nos parezcan lo más innovador, tienen que valer.
Tener visión de futuro y ajustar nuestras lentes para ser capaces de aportar dimensión al proyecto según las capacidades. Y aquí, volvemos a puntualizar, evitamos los cuellos de botella. Tenemos que pensar en el todo y en lo individual para ver cómo afecta al conjunto porque los volúmenes tienen que estar ajustados a cada etapa para que no caigamos en errores anteriores.
Y para las operaciones que no aportan valor, automatización, por supuesto. La implementación de un sistema automatizado permite aumentar la eficiencia y la velocidad, además de mejorar la ergonomía y seguridad de las operaciones.
Por ejemplo, la robótica destaca aquí por las grandes ventajas que ofrecen. Los robots se adaptan a múltiples procesos y formatos de producto, destacando por su sencillez y facilidad de implementación.
La cantidad y la configuración de los robots responden a los flujos de trabajo según las necesidades del usuario. Pueden moverse o ser estáticos con distintas configuraciones para adaptarse a los diseños de línea. La robotización es muy adaptable y puede desplegarse con bastante rapidez.
¿Y si además te decimos que la visión artificial en las soluciones de packing es clave?
Imagina sistemas que tomen decisiones por su cuenta en función del entorno. Esto ya es posible a la visión artificial. Y es que cada vez está más pefeccionada y es posible crear sistemas sensibles, seguros y eficientes.
Para el que todavía no lo sepa, la visión artificial o Computer Vision, es la tecnología que “combina cámaras, informática perimetral o de nube, software e inteligencia artificial (IA) para permitir que los sistemas ‘vean’ e identifiquen objetos” según Intel.
Todo a nuestro alrededor genera datos o lo que es lo mismo, contenido digital. Gracias a la visión artificial podemos aprovechar este contenido para que los sistemas puedan entender el entorno a través de las imágenes digitales generadas.
Las soluciones son amplias y variadas. Desde brazos robóticos que se detienen ante un atasco, sistemas de paletizado y transporte de palets automáticos, preparación de pedidos u organización clasificada de productos en base a imágenes, son posibles gracias a esta tecnología.
Un sistema “nos stop” con resultados contantes bajo mínima supervisión. Siendo la clave de la visión artificial el analizar, el machine learning (ML) y el Deep learning (DL) no pueden faltar aquí. Y como vemos una vez más, la inteligencia artificial (IA) nos acompaña.
Estamos viendo cómo en cada proceso, en cada sector, desde vehículos eléctricos a aplicaciones móviles deportivas, la inteligencia artificial es un punto de apoyo clave y fundamental. En los últimos años hemos visto un hito único, nunca vivido hasta ahora, el desarrollo de múltiples tecnologías que se han incubado a la vez y han madurado hasta integrarse entre ellas.
Un mundo que ha evolucionado más rápidamente de lo esperado y con un impulso que genera un debate muy interesante sobre el futuro, es nuestro ahora.
“¡Sí, es una locura! Todos han de perder la razón, todos, y cuanto antes mejor”. Nosotros. Yevgueni Zamiatin
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