El próximo escenario es el Metaverso, el espacio digital con posibilidades infinitas en el universo (verso). El Metaverso o el multiverso de Marvel, no sabemos hasta dónde llegarán las posibilidades e incluso las de la Web3 pero está claro que la ciberseguridad es uno de los pilares clave.
La seguridad en el Metaverso o en cualquier otra nueva tendencia o tecnología será parte del éxito. Nos prometen interacción y eso significa acceso y datos. Tanto la Web3 como el Metaverso emplean tecnologías que se basan en el Blockchain y gracias a ello, se pueden generar las criptomonedas o los NFTs o como método seguro para el inicio de sesión o identificación del usuario.
Desde el punto de vista industrial, lo que empezó con diseños digitales sencillos ha evolucionado hacia entornos cada vez más inmersivos en los que las simulaciones de procesos que nos permiten la interacción entre robots y avatares humanos digitales es lo más común. Ahora imaginemos que estamos trabajando en la industria conectada. Tenemos nuestro avatar junto con los “nuevos gemelos digitales” o lo que es lo mismo, nuestra maquinaria en el Metaverso a nuestro alcance, como nunca antes. Pero de repente, sorpresa, nuestro avatar se ha independizado y está gestionando la maquinaria. ¿Imaginas que suplantan tu identidad en el Metaverso? Si ya no teníamos suficiente con la realidad, encima nos «roban» al avatar.
Pues puede ocurrir, pero he aquí donde la industria y las empresas tecnológicas están poniendo el foco. Tanto con las nuevas tecnologías como el 5G, que ya nacen prediseñadas para ser seguras, como el uso de la biometría que está a la cabeza de los sistemas de identificación más seguros se aúnan para que casi se un “sistema invencible”.
Dicho esto, trabajar en entornos digitales, por ejemplo desde el Metaverso, nos va a aportar una visión y un margen de maniobra muy amplio. ¿Quién no quiere adelantarse a los cuellos de botella de la cadena de suministro y desarrollar «gemelos digitales» si soluciono el problema? Disponer de una plataforma digital para trazar un mapa de las líneas de suministro de forma virtual, nos ayudará a simular las ejecuciones de productos por adelantado y detectar cualquier problema que pueda surgir. Y si hablamos de un nivel muy avanzado, nos permitirá tener una visión general de todos los activos (productos, empleados, cadena de distribución, etc.) y recopilar información para poder analizarla y aplicarla.
Y si además usamos tecnologías de visión por ordenador para medir diferentes ratios de oferta y la demanda en tiempo real o analizar qué tareas son prioritarias para desarrollos futuros, la ejecución será casi perfecta.
Crear mundos sintéticos y subconjuntos para comprobar qué efecto provocan multitud de variables es una ventaja. Como decía el Doctor Strange en una de las pélículas de Marvel, “Jamás vi tu futuro, solo sus posibilidades”.
Como en Marvel, quizás tengamos varios universo, ¿el 838 o el 616?
La simulación virtual tiene la respuesta, al menos en la realidad del universo.